El domingo 31 de mayo, acompañados de unos amigos del grupo literario Plumas del Arco iris, ingresé por Balcarse 50. a la casa de gobierno con la intención de observar la muestra homenaje que el Poder Ejecutivo Nacional organizó, a traves de la Secretaría de Cultura, en el progama dedicado a homenajear, justicieramente, a un pleclaro argentino como fue el escritor, periodista, don Raúl Scalabrini Ortiz al cumplirse 50 años de su fallecimiento. ( Leer próxima nota)
Todos aquellos argentinos que, como yo, vemos en la figura de don Raúl un claro ejemplo a seguir, no quería, no podia estar ausente en ese significativo acontecimiento cultural.
Creo que todo ser humano tiene un sueño, que todo argentino posee un sueño que espera cristalizar algún día.
A mi se me cumplió esa tarde de mayo y no era otro que conocer ese lugar tan lleno de historia, esa belleza arquitectónica, caja de resonancia de todos los acontecimientos políticos que ocurren en nuestro país.
Fue tan emocionante recorrer sus históricos pasillos, ascender por sus escaleras, admirar las inmensas y antiguas ánforas ubicadas a los costados de las escaleras, contra la pared.
Quedamos fascinados cuando, durante el trayecto guiado, observamos el mobiliario, los cuadros, la figuras metalicas, todos sobriamente presentados.
Visitar el salón “Mujeres del Bicentenario” y allí observar los retratos de Lola Mora, de Blackie, de Tita Merello, de Evita nos estremeció a todos los que allí acudimos.
Fue conmovedor contemplar la foto de una gran luchadora como fue Alicia Moreau de Justo, de la primera médica argentina Cecilia Greison y de otras tantas mujeres que, con esfuerzo, coraje y talento, como Juana Azurduy, Mariquitas Sanchez de Thomson, consiguieron ganarse el espacio suficiente como para quedar alojadas en la memoria de todos los argentinos.
Recorrer esos lugares por donde alguna vez transitaron Osvaldo Dorticos Corrado, Dwigh Eisenhower, la madre Teresa de Calcuta,el Presidente de Chile, Carlos Ibáñez, Charle de Gaulle, entre otros, es algo que, eternamente, llevaré en mi retina.
Pasear por el “Patio de las palmeras” fue una experiencia mas que interesante y que decir del Salón Dorado, donde tuvimos oportunidad de observar las inmensas arañas luminosas. Transitar por el pasillo de los Vitreau también significó, para todos los que estábamos allí, algo muy placentero.
Recordar que por eso espacios transitaron alguna vez, el Papa Juan Pablo II, Fidel Castro, los Reyes de España, nos puso la piel gallina.
Después de ascender varias escaleras, con entusiasmo juvenil, llegamos al salón de los bustos. Urquiza, Derqui, Irigoyen, Perón, todos los ex presidentes estaban allí pero, yo elegí el busto que recuerda a uno de los más grandes estadistasque tuvo el país, para sacarme una foto junto a él y hablo del doctor Arturo Frondizi.
El paseo que estaba calculado en media hora, aproximadamente, se prolongó por mas de tres , costó salir de allí, todo lo que había en el interior de la Rosada ejercía una atracción muy difícil de sustraerse y nos quedamos con ganas de volver muy pronto.
Afuera, en Plaza de Mayo, la jornada se presentaba fría pero, una grabación de OsvaldoPugliese que provenía desde la consola ubicada al costado de un improvisado escenario, donde una pareja bailaba La Yumba, le brindaba calidez a la tarde.
.Continuará