Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Formosa y Chaco son las provincias donde se ha detectado la mayor captación de niñas y adolescentes víctimas de la trata y el tráfico. En torno a esta realidad se organizó ayer en la vecina provincia de Corrientes, la Primera Jornada de Sensibilización en Trata, Tráfico de Personas y Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes para la creación de un compromiso local en el accionar comunitario.
Durante la presentación se hizo hincapié en el compromiso y participación de toda la sociedad para que se esté atenta a denunciar casos, y a trabajar en la recuperación de las personas.
Cabe destacar que las denuncias y la recuperación de las victimas se logran mediante la conformación de foros Red Alto al tráfico, la trata y a la explotación sexual y comercial de niños, niñas y adolescentes (RATT), asociaciones de personas, muchas de las cuales son víctimas o familiares de víctimas que trabajan, investigan, asisten, capacitan y brindan información.
El primero conformado en Corrientes data del mes de junio pasado y en estos casi tres meses ya se sumaron Curuzú Cuatiá, Goya, Mercedes, Bella Vista, Santa Lucía y Lavalle. Lugares donde la sociedad civil se ha organizado a donde pueden acercarse para denunciar casos, o bien para solicitar información.
Gracias a estos foros de los 600 casos denunciados se han recuperado 35 víctimas en el país. Según Fernando Mao, coordinador general de la RATT: “Las provincias de Formosa, Corrientes y Misiones son incluidas como semilleros de las víctimas de trata para explotación sexual y trabajo esclavo”.
Una mezcla de factores convierten a Corrientes y Misiones en el principal territorio de reclutamiento de mujeres para redes de prostitución. En esto coinciden quienes conocen el mapa de este crimen organizado en el país. También lo destaca el informe sobre Trata en la Argentina de la Organización Internacional para las migraciones (OIM).
“Hay una cuestión cultural propia de la zona y también del Paraguay y es que antiguamente existía la práctica de enviar chicas a trabajar en casas de familia con el compromiso de hacerlas estudiar y de mantener un contacto regular con su familia de origen. Todavía subsiste la creencia de que eso sigue ocurriendo, sobre todo en los pueblos pequeños del interior. A eso se suma el hecho de que, por cuestiones culturales, los padres entregan a sus hijas pensando que les dan la oportunidad de un futuro mejor. Por eso los reclutadores van a la zona NEA Formosa, Corrientes y Misiones”, sostiene el trabajo presentado por la RATT. |
